Las administraciones e instituciones públicas ofrecen la posibilidad de solicitar subvenciones que ayudan a que se desarrolle un determinado proyecto o actividad. El número de subvenciones y ayudas a las que podemos optar, se han duplicado con la llegada de los fondos europeos Next Generation y con las diferentes líneas de ayudas que las administraciones públicas han abierto para paliar los efectos de la pandemia.
Solicitar una subvención es un proceso que encierra cierta complejidad tanto por la cantidad de documentación que es necesario revisar o solicitar como por las dificultades que entraña la redacción de determinados proyectos. Además hay que tener en cuenta que necesitamos dedicar tiempo y recursos humanos a redactar la memoria o el proyecto, compilar la documentación necesaria y subirla a la plataforma correspondiente. Si decidimos solicitar una subvención tenemos que tener en mente que la solicitud en sí misma es una actividad adicional que hay que sumar a las que realizamos normalmente en el ámbito de nuestro trabajo y a la que hay que dedicarle recursos y tiempo.
Entonces, ¿es tan complejo el proceso que es mejor no solicitar subvenciones? No, en absoluto. Las subvenciones y ayudas son un recurso público y pueden ser el impulso definitivo que necesita un determinado proyecto para despegar. Si hay una ayuda que puede marcar la diferencia en nuestra actividad hay que ir a por ella.
Desde Contraluz os animamos a presentaros a las posibles subvenciones y ayudas que puedan ser interesantes para vuestro sector pero para evitar la frustración y ‘quemarse’ en el proceso os facilitamos las claves a tener en cuenta antes de decidir que vamos a presentarnos a una determinada convocatoria.
1 · Reflexiona
El primer ejercicio que debemos realizar es el de reflexionar sobre nuestro proyecto y actividad desde el punto de vista de nuestras necesidades ‘reales’ de financiación ligadas a nuestra actividad. Tenemos que coger lápiz y papel y determinar exactamente cuáles son. Este proceso es fundamental porque si le dedicamos el tiempo necesario nos resultará más sencillo identificar aquella financiación que realmente necesitamos y no perderemos el foco indagando en la marabunta de ayudas públicas que podemos encontrar.
En esta primera fase tenemos que dar respuesta a estas preguntas: ¿El proyecto que quiero realizar es lo suficientemente importante como para destinar recursos a la solicitud? ¿Con el dinero que reciba podré realizar ese proyecto que quería hacer? ¿Podré mejorar la forma en la que estoy ejerciendo mi actividad? No hay que olvidar que hay determinados proyectos que pueden llevarse a cabo mediante cofinanciación y quizás no sea necesario solicitar una ayuda, sino que puedo acudir a otras fuentes de financiación (esponsorización, préstamos, microfinanciación, etc..) que pueden permitir que el proyecto se desarrolle sin necesidad de acudir a las ayudas públicas.
2 · Lee las bases en detalle
Tedioso pero esencial. Tras la lectura de las bases tenemos que preguntarnos si nuestro proyecto ‘encaja’, es decir, si mi proyecto o mi entidad pueden ser potenciales beneficiarios. Si no, ni lo intentes. En las solicitudes de subvención siempre vamos a tener que justificar que somos los candidatos ideales para llevar a cabo ese proyecto con éxito.
El proyecto que presentes no tiene que alejarse demasiado de lo que haces habitualmente. Siempre hay espacio para proponer hacer lo mismo pero de una forma más innovadora o mejorada si se consigue la financiación, pero no será una buena idea proponer un proyecto a realizar en el que no tenemos experiencia previa y que será para la propia entidad una suerte de ensayo-error.
3 · Identifica si es una subvención por concurrencia competitiva
Si es así entonces tienes que hacer un ejercicio para identificar las ventajas competitivas y potenciarlas al máximo. Mejora aquellos apartados que puedas para intentar llegar a una puntuación que no sólo sea superior a la mínima sino con la que obtengas las puntuaciones más altas. Ponte el sombrero de evaluador y haz el ejercicio de dar puntuación a tu propio proyecto según los criterios que aparecen en las bases y revisa las resoluciones de las anteriores convocatorias para estimar que probabilidades tienes de que te otorguen la financiación. Sé frío, es tu proyecto pero no mirarlo con ojos realistas, no te va a ayudar.
4 · Trabaja diferentes estrategias
Busca estrategias que permitan que tu proyecto se acerque lo más posible al ideal de la convocatoria pero sin alejarte de la misión y valores de tu organización ni de los objetivos del proyecto.
5 · Colabora, coopera, genera red
Si tu entidad es una entidad sin ánimo de lucro, sin dudarlo tienes que trabajar en red con otras organizaciones que estén en línea con tus objetivos. Haz un listado de entidades que pueden colaborar contigo e identifica aquellas a las que le podría interesar acompañarte en el proyecto que estás pensando presentar a subvención. En algunos casos estas colaboraciones puntúan y aunque en una convocatoria en concreto no las contemple, siempre pueden ser el principio de una gran amistad.
Una vez realizados estos pasos previos, si tu sensación es que tienes posibilidades y quieres presentarte a la subvención, permanece atento a este blog porque en próximas entradas daremos las claves para formular y elaborar la solicitud de subvención.
La solicitud de subvenciones es un proceso complejo y en Contraluz somos especialistas en la creación y tramitación de subvenciones y ayudas públicas. Te acompañamos durante el proceso en todo momento: desde el análisis de las bases de la convocatoria hasta la tramitación de la solicitud. Además trabajamos a éxito y nuestra comisión solo se presenta si la subvención se concede.